“Esta bien que recordemos la historia, pero que sea para seguir adelante”

El pasado mes de noviembre fue de re-encuentro,  Alianza Américas celebró su Asamblea de Liderazgo 2022: #SomosComunidad en Washington D.C. Un evento que reunió a líderes de base de las 56 organizaciones que conforman la coalición multirracial, con el fin de conectarse, celebrar a las comunidades, elegir a la nueva junta directiva  y elaborar estrategias para el 2023.

Fue precisamente en ese marco de empoderamiento donde tuvimos la oportunidad de entrevistar a la señora Mirtha Colon, una mujer orgullosa de sus raíces, guerrera por naturaleza y con un corazón lleno de amor para con sus semejantes. Colón quien se despidió de la presidencia de Alianza Américas nos habló de lo que representaba dejar el puesto “ No lo veo como un ciclo que se cierra o que se abre, mas bien yo lo he visto como una oportunidad en término de hacer una caminata”. Colón ha sido parte de Alianza Américas desde su fundación, desde antes, desde el pensamiento de crear una organización que  representará a los latinoamericanos en términos de derechos humanos en Estados Unidos, nos compartió.  

Colón recordó la primera asamblea a la que asistieron en los inicios de la organización que en ese entonces se llamaba Alianza Nacional de comunidades latinas y caribeñas que se dio en los Ángeles, “conmigo iban como 18 personas”- dijo, nosotros sí creemos en los procesos organizados, es la única forma que nos hemos mantenido vivos en la región Centroamericana. Y es a través de nosotros confiar que si podemos dar el empuje, que si podemos resolver. 

Un poco de Historia 

Mirtha Colón nació el 18 de mayo de 1951 en Trujillo en la costa caribeña en el departamento de Colón de Honduras . Ella es de herencia garífuna. Con su madre y su hermana mayor, Colón siendo muy joven comenzó a viajar entre centros urbanos a lo largo de la región costera de Honduras viviendo en ciudades como La Ceiba y San Pedro Sula . En 1962, la hermana mayor de Colón se mudó al Bronx, donde vivía una gran comunidad de expatriados garífunas. En 1968, la hermana inició el proceso para que Colón se uniera a ella.  

Al llegar a la ciudad de Nueva York, Colón comenzó a trabajar, después que nació su segundo hijo, se decidió a regresar a la escuela. Colón se inscribió en el programa de Desarrollo Educativo General (GED) y obtuvo su certificado en 1984. Debido a conflictos con su horario de trabajo, dejó el college y se inscribió en cursos de servicios sociales. 

Colón formó una organización transnacional sin fines de lucro en 1992, Hondureños contra el SIDA , para abordar el alto número de mujeres garífunas VIH positivas . Con su experiencia en trabajo social, Colón reconoció la necesidad de educar, de una manera culturalmente sensible a la comunidad garífuna de la costa centroamericana, así como a las comunidades de inmigrantes agrupadas alrededor de los vecindarios del Bronx. Muchos de los inmigrantes de la comunidad hablan la lengua garífuna entre sí, aislandolos de otros afro-latinos y afro-americanos redes de servicios. En 1994, cuando completó su licenciatura en servicios humanos, Colón tomó un empleo como trabajadora social. Al mismo tiempo que criaba a dos hijos y trabajaba a tiempo completo, Colón realizó estudios de posgrado en la Universidad de Fordham, completando su maestría en trabajo social en 1998.

 “ Esta niña sirve únicamente para el trabajo agrícola”. 

La historia de superación de Mirtha Colon es sorprendente y digna de imitar, desde pequeña su deseo era aprender inglés, se lo repetía a su mama siempre que podía ya que el garífuna en Honduras y Guatemala solo habla español y garífuna, pero los de Belice hablan inglés y garífuna de ahí el deseo de querer hablar un idioma que le abriría mucho más las puertas. 

Pero había un pequeño problema para esa realización, en la escuela siempre tuvo problemas para aprender el espanol asi que cuando se graduó del sexto grado en la parte de los comentarios que aparecía en los diplomas su maestra escribió “ Esta niña sirve únicamente para trabajo agrícola”. – comentó. 

Esa sentencia no detuvo los sueños ni las ambiciones de Colon de salir adelante y aunque años después ha buscado a la maestra cada vez que llega a la Ceiba, Honduras para hablar de un poco del giro que dio su vida nunca ha sido posible, de hecho no sabe si aun esta con vida lo que sí dejó en claro la señora Colón después de contarnos este episodio de su vida es que “no depende de lo que la gente dice de ti, depende de tu voluntad, de tu espíritu y de empujarte en todo momento”. 

La esperanza es la última que debe perderse 

Cómo hondureña, de origen humilde y de raíces garífunas conoce el sentir de su gente, y sabe lo que dice cuando explica la forma de ser del hondureno [ nosotros en general de momento nos achicopalar, nos frustramos y dejamos caer el brazo, pero de momento volvemos a resurgir y empezamos a impulsarnos, por eso es que ahora tenemos una mujer liderando el país, algo que en la historia de Honduras nunca se había soñado” dijo Colón. Quien a su vez confía que el cambio traiga un poco de cambio al país  aun a sabiendas de cómo están las cosas. 

No hay que perder la esperanza, continúa Colón “esa esperanza de la que ha vivido el garífuna, imagínese que habernos sacado de nuestra propia patria para llevarnos a otro lugar, eso de emigrar a veces lo vemos como una segunda despatriación pero el mundo funciona de esa manera, creo que aquí no es de nosotros quedarnos lamentando, “esta bien que recordemos la historia pero que esta nos sirva para seguir adelante”. 

Antes de terminar nuestra corta pero muy productiva entrevista Colón también nos explicó que los problemas que enfrentan las comunidades no siempre son de índole cultural, muchas cosas tienen que ver con la pobreza. “ Alguien me decía que nosotros los garífunas andamos descalzos porque es cultural, y no por la pobreza y yo le respondí que no, que esto no tenía nada que ver con la cultura era porque no teníamos para comprar unos zapatos que es completamente distinto”.   Creo que cuando uno sufre desde que es pequeño entonces está ese espíritu de lucha y creo que muchos de nosotros lo tenemos dentro… pero no lo hacemos funcionar